¡Ahi tienes a tu Madre!
Jesús, estando en la cruz, su última voluntad era la de confiarnos el cuidado de su madre Maria, cuando Jesús, en medio de todo ese dolor, le dice a Maria: "Mujer ahi tienes a tu hijo", luego torno la mirada en Juan y le dijo: "Ahi tienes a tu madre" Jn 19, 26-27, Jesús es conciente de que Maria no tiene esposos ni hijos que la puedan acoger, y en el contexto de los judios era una "maldición" el que una mujer se quede sola, por eso Jesús le confia María a Juan, e indirectamente Juan a María, asi se puede entender, ya que Jesús al termino de una frase, inmediatamente dice la otra...
Estas palabras expresan delicadeza y ternura filial, y nótese que Jesús le dijo a la Madre, mas no a su Madre; por consiguiente, es este un nuevo gesto simbólico de Jesús, por el cual María vendría a ser Madre de todos los creyentes.
Pues en este último gesto de Jesús la iglesia ha podido descubrir algo mas sobre le misterio de la vida cristiana, y es que el creyente es miembro de una familia espiritual; y para crecer normalmente el hijo(que en este caso vendria a ser el creyente) necesita de un padre y de una madre, y esas figuras paternas podemos encontrarlas en Dios y Maria...
Dios tenia sus motivos cuando nos entrego a una madre; si en la vida, es una desgracia para un hijo no haber conocido a su madre... lo mismo para un creyente es cuando solamente se muestra a una figura masculina ¿No creen?
El creyente que recibe a Maria en su casa, al igual que Juan, no sera un hombre un fanatico, ni un hombre en su fe... Hay una forma de humildad, de paz interior y devocion sana y sencilla, propia de los que viven en la iglesia católica y que han sabido abrir sus puertas a Maria, sin que implique echar a Jesús fuera...
Basta y sobra con nuestra disponibilidad, con nuestra entrega y sobre todo de ese amor que le tenemos a la Madre, y que abramos esa puerta de nuestro corazon (que es nuestra casa) y asi dejar que ella, junto con Jesús, puedan ser los que llevan a cabo nuestra vida.